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La diferencia entre calzado antiestático y calzado ESD

Entendamos en primer lugar ante qué riesgo nos enfrentamos debido a la acumulación de la llamada carga eléctrica, el simple movimiento de una persona como es el andar, cambiarse de ropa, levantarse de un asiento etc.… puede suponer un mecanismo de generación de cargas, siendo asimismo posible su carga por transferencia a partir de un objeto próximo cargado electrostáticamente.

Es por tanto un fenómeno que de manera general todos lo podemos sufrir en multitud de situaciones dentro del sector profesional, los ambientes en los que estemos y podamos descargar esas estáticas que cargamos puede ir desde el llamado chispazo a una explosión en una atmósfera inflamable.

Frente a esta variedad de riesgos existen distintas protecciones, la normativa sobre calzado de seguridad EN 20345:2011, cataloga los siguientes: calzado Antiestáticos, Conductivo y Aislante.

La resistencia eléctrica es una importante característica del calzado de seguridad. El movimiento y la fricción hacen que se genere carga electrostática en el cuerpo. Los zapatos y la ropa que no sean lo suficientemente conductores pueden hacer que esta carga sea mayor. Y, en un determinado momento, se puede generar una descarga. Una descarga que sea lo suficientemente alta o incontrolada puede tener como resultado serias consecuencias como una explosión por la generación de chispas, o daños a componentes y productos electrónicos en el puesto de trabajo.

El calzado antiestático protege al usuario de niveles medios de electricidad que le pudieran causar serias lesiones, mientras que el calzado ESD protege el producto, por ejemplo, dispositivos y circuitos electrónicos, de la formación de energía estática que le pudiera causar daños. 

El calzado antiestático puede ser usado en muchos entornos de trabajo diferentes, mientras que el calzado ESD está ideado para la industria electrónica, laboratorios, y otros puestos de trabajo donde se usen delicados componentes electrónicos.

Los zapatos antiestáticos tienen una resistencia eléctrica de entre 0,1 y 1000 Mega Ohmios (MO) medida, según la norma EN 20344: 2011 5.10, mientras que el calzado ESD tiene una resistencia eléctrica extremadamente baja de entre 0,1 y 100 Mega Ohmios.

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